El fútbol a lo largo y ancho del planeta, se caracteriza por generar rivalidades muy marcadas entre ciertos equipos, llevando la disputa de los tres puntos a niveles casi de guerra nacional. Podemos mencionar por ejemplo el Madrid - Barcelona en España, el River - Boca en Argentina, el Inter-Milán en Italia y nuestro clásico de clásicos America-Chivas. Pero ¿Cómo se adquiere esta rivalidad? Solo con el paso del tiempo y con encuentros espectaculares que muestren a dos equipos grandes, buscando el respeto dentro del terreno de juego y además reafirmándolo con títulos, títulos y más títulos.
Otro tipo de clásicos, serian los que viven los equipos de una misma ciudad, ya que es obvio que buscan ganarse a la afición local.
Los clásicos sea como sea que hayan surgido, nos queda claro que tienen un sentimiento adherido que nos emociona al limite, que nos motiva y que permite que ambos equipos se olviden de sus malas rachas (si tienen en el momento), que el tiempo se haga eterno si tu equipo esta ganando, y corto si estas en el lado opuesto. Cada jugada enmarcada por un estadio lleno, por el esfuerzo de cada uno de los que pisan el césped que probablemente este lleno de papeles por la euforia del evento. Las apuestas y burlas no se hacen esperar y te olvidas de los problemas económicos, del tráfico, del problema climático, de todo lo que sucede fuera del estadio o alrededor del televisor.
Pasaran muchos años y muchos encuentros para que este partido entre dos instituciones de renombre de nuestro país, llegue a ocasionar esto en sus aficionados; por parte de la maquina el coraje puede acercarse al que se necesita, pero la intensidad que mostraron nos muestra el largo camino que deben recorrer para llevar dignamente la etiqueta de clásico.
Por ahora queridos amigos, lo único clásico entre el America – Cruz azul, es que siempre gane el America.
Los clásicos sea como sea que hayan surgido, nos queda claro que tienen un sentimiento adherido que nos emociona al limite, que nos motiva y que permite que ambos equipos se olviden de sus malas rachas (si tienen en el momento), que el tiempo se haga eterno si tu equipo esta ganando, y corto si estas en el lado opuesto. Cada jugada enmarcada por un estadio lleno, por el esfuerzo de cada uno de los que pisan el césped que probablemente este lleno de papeles por la euforia del evento. Las apuestas y burlas no se hacen esperar y te olvidas de los problemas económicos, del tráfico, del problema climático, de todo lo que sucede fuera del estadio o alrededor del televisor.
Pasaran muchos años y muchos encuentros para que este partido entre dos instituciones de renombre de nuestro país, llegue a ocasionar esto en sus aficionados; por parte de la maquina el coraje puede acercarse al que se necesita, pero la intensidad que mostraron nos muestra el largo camino que deben recorrer para llevar dignamente la etiqueta de clásico.
Por ahora queridos amigos, lo único clásico entre el America – Cruz azul, es que siempre gane el America.
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