“Lamento boliviano” por Christian Barragan.

No encuentro mejor calificativo para la pobre exhibición futbolística que se presentó esta noche, con el pretexto de un partido de preparación y prueba de jugadores rumbo al mundial de Sudáfrica 2010.

A pesar de la gran expectativa que generó la tan ansiada convocatoria de los “hombre-gol” del momento, todos sabíamos que el partido tendría que ser relativamente de trámite para el equipo mexicano.

Sinceramente, durante todas las horas previas al partido, los antecedentes me daban bases suficientes como para dudar del “Tri” y es que siempre que nos enfrentamos a equipos chicos, tenemos la mala costumbre de ponernos a su nivel.

¿Se irá a complicar el encuentro? ¿Lograra golear? Eran las principales preguntas que me venían a la mente. Esto solo generó el morbo suficiente para que ingenuamente prendiera la televisión esperando un encuentro agradable, que nos permita soñar en realizar un papel digno en el mundial.

A los 20 minutos de juego México ganaba por diferencia de 4 goles, ya me había aburrido de ver un entrenamiento de la selección transmitido por tv. El cuadro azteca se daba el lujo de ceder el balón, de acelerar cuando quería e incluso de permitir dos remates bolivianos al poste, pero que sin embargo fue lo único que pudieron lograr para inquietar a un aburrido Jonathan Orozco.

México logro anotar un gol más, por media docena que desperdicio. Bajó el ritmo, hizo muchos cambios, anduvo de fiesta y su invitado especial fue Bolivia, quienes tenían el honor de atizar el fuego que se viene generando desde hace unas semanas en el plantel nacional, pero no quisieron, mejor dicho no pudieron. Al contrario, nos pusieron una cortina de humo, que calmará las aguas por un rato, pues un 5-0 siempre será favorable, nada más que hay que ser cuidadosos para analizar las formas, porque el rival al que se enfrentó, no resultó ser más que un “lamento boliviano”.