Con una gran actuación encabezada por el capitán Federico Vilar, Atlante logró su primer triunfo de visita en el torneo Bicentenario 2010, tras vencer por la mínima diferencia a Monarcas, en un partido en el que El Jefe fue clave al detener un penal y al ser decisivo en varios arribos de los michoacanos.
Fueron más que tres puntos para el conjunto azulgrana, fue el reencuentro de un equipo con su futbol, la confianza volvió a sus piernas y eso se notó en la forma en la que el conjunto azulgrana enfrentó este partido.
Vilar estuvo enorme en la portería; Martínez cometió el penalti al minuto dos, pero logró reponerse y tener un gran juego al ser clave en la defensa azulgrana que logró mantener el cero en la portería. Santiago Solari volvió a ser titular y su aporte en la ofensiva fue invaluable, sin duda el equipo adquiere mayor profundidad cuando el argentino está en la cancha, hizo dupla con el Chícharo y la labor de ambos fue destacada, tanto en recuperación como en ataque. Fano y Márquez cada vez se entienden más al frente, mientras que El Hobbit sigue en plan grande; en fin, fue un partido redondo en el que hay que destacar la labor de equipo, esa que sin duda fue determinante para poder volver a casa con los tres puntos.
Y no todo fue sencillo, al contrario, quizás por ello el triunfo adquiere mayor relevancia. Al minuto dos el árbitro Armando Archundia marcó un penalti en contra del Atlante y el juego comenzó cuesta arriba. Sabah cobró y Vilar detuvo el disparo, ese fue el primer golpe anímico para los nuestros, el capitán azulgrana mandó un claro mensaje a sus compañeros y estos lo entendieron a la perfección.
El juego fue de menos a más para los nuestros, el local era el obligado y había que ser cautos. El equipo poco a poco se fue acomodando mejor en la cancha y tras un claro dominio de los locales, el equipo fue equilibrando las acciones.
Fue al minuto 38 cuando José Joel González le puso al Hobbit un gran centro filtrado, el Pequeño Gigante Azulgrana no falló y le puso medio gol a Fano, el peruano quedó sólo frente al marco y sólo empujó la pelota. El abrazo entre todos los jugadores tras el gol fue una clara muestra de lo importante que era para el equipo ganar esta noche.
El juego llegó al medio tiempo con el marcador a favor y eso permitió al Profe Cruz planea la estrategia para volver a casa con el triunfo. Había que ganar a como diera lugar, no importaban las formas, lo único que valía era sumar tres puntos y esa fue la actitud con la que salió el equipo al campo para el segundo tiempo.
Los primeros 15 minutos del complemento fueron los mejores del Atlante en todo el partido, tres llegadas con un travesaño incluido fueron los grandes sustos que sufrió el portero Moisés Muñoz. La visita demostró más que nunca que iba a defender su triunfo con uña y dientes.
El rival se fue con todo al frente tratando de igualar el encuentro y fue entonces que la defensa azulgrana se mostró a la altura. Comandada por un Federico Vilar inspirado, Martínez, Guerrero, Navarro y Arreola se mandaron un partidazo, hoy el Profe salió a defenderse con línea de cuatro en la defesna, ya luego entraron Castillo (por Fano) y Carevic (por Muñoz), es cierto, el equipo terminó atrás defendiendo a capa y espada su ventaja y al final le salió.
Así fue como Atlante sumó sus primeros tres puntos de visitante y ante un rival de mucho respeto. Con buen futbol, entrega y mucha concentración. Es una victoria que sin duda sirve en lo numérico, pero es más valiosa en lo anímico, el equipo estaba necesitado de una victoria que les devolviera la confianza y este triunfo en tierras michoacanas puede ser un buen pretexto para iniciar el repunte del conjunto azulgrana.
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